¿Conviene estirar el cuerpo?
Una breve rutina de estiramientos diaria puede hacer una significativa diferencia en tu bienestar mental. La sobrecarga mental, se refleja en el cuerpo. 1
Los músculos dan sostén al esqueleto, haciendo posible su movimiento, sin embargo, ante la presencia de estrés constante, lo tensan, limitando su movilidad e inclusive la capacidad de concentración y aprendizaje.
Cuando los músculos están crónicamente tensos, se entumecen los sentidos y la circulación de la sangre, la linfa e impulsos nerviosos, se ve afectada.
Como consecuencia desarrollamos dificultad para mantener el equilibrio y experimentamos distracción e incapacidad para prestar atención.2
El estiramiento corporal es una invaluable herramienta que permite restaurar los músculos a su estado natural, situación que beneficia al cuerpo a nivel físico y también tiene efectos positivos en el cerebro, ya que ayuda a:
- Reducir el estrés y la ansiedad, al activar el sistema nervioso parasimpático, responsable de la relajación.
- Mejorar la circulación sanguínea, lo que favorece la función cognitiva y la memoria.
- Liberar endorfinas, neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo.
- Mejorar la concentración y la atención, favoreciendo la capacidad de enfocarse en tareas cognitivas.
- Aumentar la neuro plasticidad.
- Favorecer la conexión cuerpo-mente o atención plena.
- Mejorar el sueño, lo cual es crucial para la salud cerebral y la función cognitiva.
No busques más razones e incluye en tu rutina diaria, al menos 10 minutos de estiramientos corporales.
1.- Estiramientos: el secreto respaldado por la ciencia para aliviar el estrés y sentirte mejor Farrés, H. (2025, 17 enero). Estiramientos: el secreto respaldado por la ciencia para aliviar el estrés y sentirte mejor. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/magazine/bienestar/20250117/10295574/estiramientos-secreto-respaldado-ciencia-aliviar-estres-sentirte-mejor-pmv.html
2.- Brain Gym, Movimientos para mejorar en tu vida. Paul E Dennison, Gail E. Dennison. Vida Kinesiología Ediciones. Tercera Edición, 2014. Pag 125.